martes, 11 de junio de 2013

LA ESCRITURA ACADÉMICA EN LENGUAS ORIGINARIAS

LA ESCRITURA ACADÉMICA EN LENGUAS ORIGINARIAS
La incorporación de la escritura por medio de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) en las escuelas rurales donde la comunidad tiene como lengua materna una lengua originaria (es decir, cualquiera de las 42 lenguas indígenas del Perú) es un proceso que no solo implica tener un alfabeto y una normalización ortográfica, sino que también precisa -en lo que se refiere a escritura académica -de producción textual, de difusión masiva y de público lector. Asimismo, la escritura -en especial, la académica- implica una forma de concebir el mundo distinta a la de muchas culturas originarias.

¿Qué es un texto académico?

Veamos qué entendemos por texto académico en una sociedad letrada. Llamaremos texto académico a todos aquellos textos (descriptivos, expositivos, argumentativos, e incluso noticias), distintos a los narrativos, que se caracterizan por lo siguiente:

a) Tiene una estructura convencional en la que las ideas se relacionan en torno a un tema y se agrupan por subtemas. Estas relaciones se explicitan por unas palabras denominadas nexos o conectores. Se usa un léxico formal, preciso, con mayor o menor nivel de especialización.

b) La estructura convencional de los textos académicos obedece a un modo de ver el mundo. Este modo de ver el mundo lo podemos llamar conciencia moderna. La conciencia moderna busca objetividad, es decir, dar imparcialmente una información verdadera. Para que la información sea percibida como verdadera, se le debe dar a las ideas una secuencia lógica (causa, consecuencia, premisas, contrastes, etc.) y relacionarla con evidencia empírica obtenida por el autor o por otros autores.

c) La finalidad de los textos académicos es difundir conocimientos, argumentos, explicaciones, etc. sobre algún tema que el autor presupone que los lectores sabemos nada o poco o algo distinto.
Esta difusión o divulgación es dirigida a un público bastante amplio. El público puede variar: niños, adolescentes, adultos, y los espacios también: espacios escolares, universitarios y científicos.
El texto académico circula a través de libros infantiles, libros de texto de las escuelas, revistas, enciclopedias, investigaciones, estudios, informes científicos, ensayos, etc., en soportes de libro, revistas, páginas webs, blogs, etc.

d) Otra característica del texto académico es la descontextualización. Por la búsqueda de objetividad y veracidad, el discurso se descontextualiza para transformarse en una verdad imparcial, objetiva, casi universal, y no relacionada a una situación en particular o al contexto. Busca, más bien, generalizar a partir de determinadas situaciones.

e) Podría decirse que detrás de todo texto académico se esconde agazapado un fondo persuasivo: el autor pretende convencer a los demás de que lo que dice es verdadero y en ese universo se plantean reglas de juego: formatos o estructuras convencionales y consensuadas por un grupo de personas con diverso nivel de especialización científica. Este grupo de personas plantea las reglas de juego en una lógica de conciencia moderna.

f) Para que los textos escritos –y en especial, los académicos- tengan sentido en una sociedad se requiere de cuatro elementos: creación de un alfabeto, producción textual, difusión (a través del manuscrito, imprenta y medios electrónicos) y público lector. Así se crean las prácticas letradas.


¿Qué sucede en las culturas originarias con respecto a las prácticas letradas académicas?

Las culturas originarias del Perú han sido tradicionalmente culturas ágrafas, es decir, no tenían escritura. Sin embargo, una Educación Intercultural Bilingüe propone, entre otras cosas, que los niños de estas culturas originarias tienen derecho a que aprendan en su lengua materna y en castellano tanto oralmente o por escrito en las escuelas. Es decir, la EIB propone un modelo de mantenimiento: leer y escribir tanto en lengua materna como en castellano como segunda lengua y no forzar los aprendizajes de los niños originarios con una inmersión en una lengua que no es la suya (castellano) o utilizar la lengua originaria simplemente como una transición a la castellanización y abandonar el desarrollo de la lengua materna. Es un derecho universal del niño que sea alfabetizado en su lengua materna. (Convenio OIT 169, Propuesta pedagógica EIB). Por lo tanto, los niños de las culturas originarias tienen el derecho de ser alfabetizados en lengua originaria si es que fuera su lengua materna.

Algunas instituciones oficiales y no oficiales de la sociedad dotan a las culturas ágrafas de un alfabeto, por lo que las dotan del principio escrito y dejan de ser ágrafas. El alfabeto es el punto de partida para la normalización ortográfica de la escritura de las poblaciones originarias. Sin embargo, para que la escritura académica tenga sentido en una cultura no basta con la creación de un alfabeto. Los textos académicos se tornan funcionales y se convierten en prácticas letradas cuando se producen textos, se difunden masivamente y existe un público lector.

¿Qué textos se producen en algunas culturas originarias?

La producción de textos es casi nula. En el mejor de los casos, se han producido principalmente textos narrativos. Sin embargo, los textos académicos son muy pocos y solo se insertan en las prácticas letradas de la escuela en muy poca cantidad todavía (textos escolares, cuadernos de trabajo).


¿Por qué los pueblos originarios incorporarían las prácticas letradas académicas en su cultura?

Una de las razones para escribir textos académicos en la lengua originaria sería que estos se conviertan en los depositarios de los conocimientos de estas culturas como un recurso usado para que estos saberes no se pierdan. Los destinatarios de estos textos serían, principalmente, los mismos pobladores de estas culturas. Sin embargo, también es necesario considerar que muchos conocimientos han sido transmitidos oralmente y de generación en generación en las culturas originarias. Estos conocimientos, por lo general, se encuentran contextualizados. Sirven para un propósito específico en una situación particular. No son “dichos” en el sentido de buscar una generalización, sino a propósito de una situación y una persona o grupo. La escritura implica, en ese sentido, todo lo contrario: descontextualización y un nuevo modo de transmitir conocimientos.

Por ello, la incorporación de la escritura en los pueblos originarios no solo es la apropiación de un sistema de signos ni mucho menos de solo un alfabeto, sino de un (nuevo) modo de concebir el mundo distinto al de muchas culturas de tradición oral y ágrafa, que más bien pueden tener un modo mítico de conocer el mundo.

La función de la escuela EIB, como elemento institucional que promueve la interculturalidad, articularía dos modos legítimos de concebir el mundo: un modo “científico” y un modo “mítico” de percibir la realidad. Quizás el reto estaría en considerar las estructuras textuales propias de la oralidad de la lengua originaria (narraciones, adivinanzas, consejos,) como puntos de partida para interactuar con las estructuras textuales propias de la tradición escrita occidental como son los textos académicos.
Otro aspecto que habría que considerar es que en los textos académicos hay conceptos intraducibles en la lengua originaria. Ello daría lugar a una gran cantidad de préstamos léxicos del castellano. Según algunos autores, esto daría origen a una castellanización del discurso de tal magnitud que no tendría sentido leerlos ni escribirlos en lengua originaria. La inquietud es si los miembros de las culturas originarias estarían dispuestos a incorporar gran cantidad de estos préstamos con el fin de incorporar en su mundo las prácticas letradas académicas. Está demás decir que la creación de neologismos en la lengua para ciertos conceptos como, por ejemplo, “multiplicación”, “fotosíntesis”, “mapa mental”, “párrafos”, etc. daría lugar a mayor confusión.

En conclusión, la escritura no es una simple transcripción de lo oral o la mera apropiación de un código alfabético, sino la incorporación de un modo de concebir el mundo (conciencia moderna) distinto al de una cultura oral sin tradición ágrafa. Ello se evidencia aún más en la escritura académica, que además, exige prácticas letradas de i) normalización de una lengua, ii) producción textual, iii) difusión de los escritos y iv) público lector en un contexto social que tenga sentido o funcionalidad.
En ese sentido, las prácticas letradas académicas en lengua originaria es un largo proceso que solo comienza con la normalización ortográfica.


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