martes, 9 de junio de 2009

3, 2, 1, 0 !!! arranca la velocidad lectora del Banco Mundial



En este video se quiere demostrar que la fluidez (o velocidad lectora) automatiza de manera óptima el proceso de decodificación en los niños de segundo grado. Al incrementar la fluidez lectora, se piensa que el niño va a tener mayor espacio en su memoria a corto plazo. Esto le permitiría procesar mejor la lectura y entenderla mejor. Es decir, al tener una mayor fluidez lectora (pues estaría automatizada la decodifiación), el niño alcanzaría una mejor comprensión lectora.

Sin embargo, esto no es del todo cierto. Fíjense en las preguntas que le hacen a los niños. Son preguntas literales y, como todos sabemos, las preguntas literales o de obtención de información explícita no aseguran la comprensión lectora. ¿Cómo se llamaba el perro?. Esta, por ejemplo, es una pregunta literal, y ni siquiera vuelve a leer el texto, sino que todo depende de su capacidad de retención de datos explícitos. La comprensión lectora es principalmente inferencial. Identificar datos y retenerlos en la memoria es un tarea basada en el recuerdo de un texto leído en voz alta. ¿Se imaginan a los maestros del Perú haciendo competencias entre sus estudiantes para ver quien lee más rápido cronómetro en mano? 60 palabras por minuto. No importa si el texto tiene sentido, que lea en voz alta sus 60 palabras y verás como entiende. Ese es el mensaje falaz. ¿Cuál es uno de los argumentos? Es una técnica que aplican en los países más adelantados de educación en Europa. ¿Ese es un argumento?

Las 60 palabras por minuto pueden ser un indicador de la velocidad de decodificación y de memoria, pero no de comprensión lectora.

¿Con quién vivía el perro? ¿Comía toda su comida? Igualmente son preguntas literales. ¿O el mensaje es que un niño de segundo grado todavía no puede tener la habilidad inferencial en a lectura?

Si se tuviera el siguiente fragmento de texto (por supuesto, no dirigido a niños de segundo grado):
"Lucas frenitió dos calosas. Estas calosas de pronto estuparon y se grifaron hacia el Hugonote...."

Si alguien nos preguntara:

¿Cuántas calosas frenitió? o ¿Quien frenitió las calosas? o ¿Qué hicieron las calosas? Estas son preguntas literales que pueden ser contestadas exitosamente, pero el que las ha contestado no entiende el texto y puede haberlo leído fluidamente. ¿Cuál sería el tema central? ¿Podría hacer una pregunta inferencial y ser contestada correctamente? Obviamente que no, pues el texto no tiene sentido; simplemente un orden sintáctico similar al castellano. Si solo nos quedamos en el nivel literal, no aseguramos que el lector comprenda el texto. Solo con las preguntas inferenciales podríamos saber si realmente comprende el sentido del texto.